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domingo, 26 de enero de 2014

Examen

Todo sucedía como siempre. Solo que, en el fondo, no era como siempre. Aquel examen me tenía absorta por completo. Era el tercer examen que hacíamos de aquella asignatura en concreto y estaba muy preocupada.
Por lo general y como es de mi naturaleza, me preocupan todos los exámenes. Desde el más insignificante,  al más importante. Estudio todos los días y luego me pego la gran hincada de codos los tres últimos días. La noche antes del examen no puedo dormir, doy muchas vueltas, pesadillas, etc. Pero ya estoy acostumbrada a ello. A la mañana siguiente, presto la mínima atención en clase, y me concentro en el estudio del examen. Nunca es suficiente. Siempre tengo la sensación de que no he estudiado bastante. Cuando llega el momento del examen, noto mi corazón golpearme fuertemente en el pecho. Tengo que reprimir el impulso de salir corriendo lejos de mi clase. Mientras espero, intento calmarme saliendo al pasillo con mis demás compañeros, como hacemos siempre entre clase y clase, a pesar de que está prohibido. A medida de que pasa el tiempo de espera del profesor, mi nerviosismo y preocupación va en aumento. ¿Y si no me da tiempo? ¿Y si se me olvida todo? ¿Y si confundo la teoría?. Son sólo algunas cosas que me pasan por la cabeza. La que nunca desaparece, es la sensación y certeza de que voy a suspender. El miedo al suspenso es mayor que cualquier otra preocupación. 
A veces creo que es para evitar que explote, pero tanto si estoy en el pasillo, como si estoy esperando en clase, empiezo a temblar de forma descontrolada. Mis piernas empiezan a temblar y hacen que las note demasiado ligeras para soportar mi peso. Mis manos también tiemblan, como burlándose de mí, intentando que no logre escribir bien. Cuando llega el profesor, la preocupación se convierte en ansiedad por empezar el examen ya y quitármelo de encima. 
Pero en este examen era distinto. En esa asignatura, siempre era todo distinto. 

Este año, esta  asignatura en particular, siempre se me hace cuesta arriba. Y eso es de lo más raro, teniendo en cuenta lo bien que se me da la asignatura y lo mucho que me gusta. Sin embargo, este año, no puedo decir que sea así. Casi parece que todo esté, no sólo en mi contra, si no en contra de la mayoría de tercero de la ESO. 
Si este año se complicaba la cosa, no podéis ni imaginaros lo difícil que resulta cuando las ''condiciones'' no están de tu parte. Nadie sabe qué hacer con esta asignatura. No hay nada que hacer. Nada, salvo estudiar  y, cuando acabas, seguir estudiando. Siempre por mi cuenta. No hay nada más que poder hacer salvo intentar entenderlo y valerte por ti mismo y probar y, si crees en estas cosas, rezar para que te salga bien. 
Puedo decir,con toda seguridad,que la cuesta arriba no es por falta de ganas. Estoy más centrada y estudiosa que nunca. Pero, como ya he dicho anteriormente, nunca es suficiente. Después de los ''sucesos'' que han transcurrido a lo largo del año, me espero cualquier cosa de este año tan peculiar. He llegado al extremo de sentirme incómoda al estar en clase. 
Este fin de semana, he dedicado todo el tiempo a estudiar. Más de 10 páginas de resúmenes, cuadernillos de refuerzo, todos los ejercicios hechos (los mandados y los que no), estudio desde el libro de texto y total, ¿Para qué? Siento que todo el esfuerzo, todas las horas dedicadas, no van a servirme para nada. Al fin y al cabo, cualquier cosa se puede esperar. Incluso lo que sucedió en el último examen, que, tras haber salido satisfecha y haberme quedado media hora más haciendo el examen, suspendí con nota muy baja. 
 Ya no sé que más intentar, sólo me queda probar suerte quedándome toda la noche estudiando  y aún así es desalentador saber que aún estamos en el segundo trimestre. También es descorazonador ir a clase o a un examen con la más absoluta certeza del fracaso. Pero no sólo yo, toda mi clase y parte del resto de cursos están en esta situación. Casi todos tenemos ''sucesos'' con esta asignatura en particular que contar.
Este examen me preocupa tanto, no sólo por todo lo anterior, si no por algo un poco más personal. Me encantaría aprobar este examen, sentirme orgullosa de mí misma por una vez y decir: ''Lo he conseguido, yo sola y sin ayuda, lo he conseguido''. Sentir que he podido hacer frente a la situación, después de todo. Sería estupendo.  

Siento aburriros con esto, pero necesitaba una vía de escape, y me desahogo por aquí. Un saludo. 

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