-Pausa-
Clara se dio la vuelta y sonrió, pero sus ojos
reflejaban que también estaba triste.
-Si fuera posible matarlos a todos, ya lo habrían
hecho. Además, tú no sirves para matar. Eres demasiado buena persona.
Yo también sonreí.
-Buenas noches Clara. –Le dije, cansado.
-Buenas noches Simon.
Me dirigí a mí habitación, pero no se apartaba la
idea de matar a los ángeles oscuros. Además, había una cosa que me había
resultado extraña. Uno de los ángeles oscuros, en realidad. Miraba tristemente
a la chica que su compañero se había llevado pero, cuando levantó la vista, me
dio la sensación de que reconoció a Clara. Pero eso era imposible. Clara no
podía conocer a un ángel oscuro. Sin embargo, se mostró sorprendido. Luego en
el lago, se había vuelto para mirarnos y dijo algo. Clara no lo escuchó pero yo
sí lo entendí. Recordé que mi tío era sordo y tenía que leerme los labios. Me
había enseñado. Lo que el ángel oscuro dijo fue: ``Lo siento´´. Pero… ¿Por qué
se iba a disculpar un ángel oscuro?
Estaba desconcertado y tenía varias preguntas en la
cabeza. Quería saber si Clara conocía a ese ángel. Pero no me atrevía a
preguntárselo. Me tumbé en la cama. Me dormí con las imágenes de aquella noche,
que pasaban por mi mente como una película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario