Seguidores

Entradas populares

jueves, 24 de diciembre de 2015

A mi gruñoncete

Ayer no tuve ni fuerza ni ganas para escribir. Ayer te fuiste de nuestro lado, pero no de nuestros corazones.
 Juanmaría, nuestro amigo, compañero, gruñoncete de Forocamping, o, en mi caso, mi abuelo postizo.

Porque así te llamaba, y así te llamaré siempre, porque para mí eras mucho más que un amigo, para mí eras parte de mi familia. Nos conocíamos desde hace muchos años, siendo yo una niña, y desde el primer momento me hiciste reír y me arrancaste sonrisas con tu bondad y tu buen humor.

Porque aunque siempre intentabas aparentar ser un hombre gruñón y fuerte, oculto bajo una coraza, eras un trozo de pan, un hombre bonachón, y una de las mejores personas que  he conocido jamás. Porque a pesar de ser un pitufo gruñón, eras una de las personas más grandes.

Lo bien que nos lo pasábamos jugando con Dintxo, y lo bien recibida que era siempre en tu caravana, contigo y con la buena de Pepi, siempre con vuestras amables sonrisas en el rostro. Por esas cosquillas, juegos e historias que compartíamos, por esos abrazos, por todo, Juanmaría, ayer dejabas un vacío en mi corazón irreemplazable.

Nuestro gruñoncete, que luchó hasta el final, que toda su vida estuvo luchando. Ayer no te dijimos adiós, sino hasta pronto.

Siempre recordaré con muchísimo cariño, que siempre que nos veíamos, me decías:
''¿Tienes ya novio? Ya sabes que tengo que darle mi aprobación, si no, no vale.''
Y yo siempre me reía y te abrazaba, hasta que tú me hacías cosquillas.

Estés donde estés, cuida de tus hijos, y de Pepi y Dintxo, y sigue vigilando a Forocamping, para que no se desmadre demasiado.

Mi abuelo postizo gruñón, te quiero muchísimo.

lunes, 22 de diciembre de 2014

No te digo adiós, sino hasta pronto

Hoy, 22 de diciembre de 2014, la Parca se nos ha llevado a un amigo. No sé muy bien que decir, porque creo que nunca se sabe qué decir en estos casos, más aún cuando la noticia es muy reciente y se está rota de dolor, como estoy yo ahora mismo, con lágrimas en los ojos.

Javi, Chibuli, nunca llegué a conocerte personalmente, y mucho menos de lo que me habría gustado, pero no por ello me duele menos tu marcha. ¿Qué puedo decir de ti? Nada que aquellos que te conocieron no sepan ya. Sabías cómo atender a la gente en el momento preciso, cómo hacer reír. Ah, ¡Cuántas veces me he reído con tus comentarios! ¡Cómo me gustaban tus historias! Esas historias que pasarán a la eternidad por su peculiaridad. Por que eras alguien único, capaz de sacar una sonrisa a todo el mundo en los peores momentos.

Recuerdo que, después de una mala experiencia personal, tú le decías a mi madre que querías romperle las piernas, y más comentarios que me hacían reír a pesar de la situación. Que compartíamos el amor hacia los animales, que siempre me reía con las historias que contabas acerca de tus mascotas y que yo decía que yo también quería tener mi propio Zoo Chibuli. Mi ilusión al saber que puede que fuera a conocerte.
Algo que nunca he podido hacer y que, desgraciadamente nunca podré hacer. Nunca podré ver tu Zoo personal, no podré abrazarte ni conocer más historias. Porque hoy has viajado en moto hasta el Cielo, en un viaje de ida, pero no de vuelta.

Me consuela un poco saber que estarás allí esperándonos a todos tus amigos y familiares, con tu sonrisa en los labios con muchas nuevas historias que contar. Que te habrás encontrado con gente conocida y que estarás allí haciéndoles felices, tal y como lo hacías aquí.
Nunca morirás del todo, porque todos nosotros llevamos un trocito de ti con nosotros y porque creo que siempre vivirás en nuestras memorias y corazones.

No te voy a decir adiós, porque esto no creo que sea una despedida, sino un hasta pronto, porque estoy segura de que algún día nos conoceremos.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Un desahogo

Esta entrada no es como las demás, no trata de una historia si no de una vida, de mi vida en estos momentos. Estoy atravesando una muy mala época en la que estoy llena de sombras y sin nada de luz. Probablemente no tenga mucho sentido, pero esto surge desde mi cabeza, soltando muchas cosas que hace tiempo que llevo dentro y la voy a soltar tal cual, como un torbellino que es. Intentaré organizarlo lo máximo posible, perdonad si es un desastre, pero como digo no es un relato, si no pensamientos plasmados en papel.

Hay muchos momentos en los que desearíamos poder explotar y empezar de cero, poder desahogarnos con alguien de máxima confianza. Pero no existe alguien de máxima confianza, ya sea por unos motivos u otros.
Sé que la vida es dura, y que es lo que hay, que sólo queda tirar hacia delante y punto, que esta vida te va a pegar muchos golpes. Todos esos golpes que duelen y más. Y que lo mejor, como suele decir un gran amigo mío es reírse frente a esos golpes pero... ¿Cómo reír de los golpes más duros y fuertes? ¿De esos que son capaces de dejarte sin respiración? Yo no veo la manera.
También sé que siempre va ha haber gente peor que yo, en peor situación. Pero yo siempre digo que cada persona es un mundo, Dentro de cada persona, hay un mundo y no puedes decirle que en otro mundo (otra persona) están ocurriendo cosas peores, porque cada persona se va ha hacer cargo de su mundo y que este no se desmorone. Puede que suene egoísta pero es así. Para cada persona sus problemas van a ser los peores del mundo.
Estoy mencionando los tópicos que usa la gente de normal para consolar a otra persona, cuando ni siquiera saben qué les ocurre. Otro es el de: Ya vendrán tiempos mejores... Pero luego hay gente que dice que no hay que preocuparse por el futuro, que es mejor vivir el presente. Sea como sea, puede que vengan mejores tiempos, pero eso no importa, porque en el momento puede que estés viviendo un infierno.

Estoy en cuarto de ESO, el último año de secundaria. Puede que este sea el año más importante que haya en todos los estudios. Muchos pensarán; La universidad es más importante, el bachillerato... Sí, puede que sí, pero no puedes acceder a ninguno sin el título de la ESO que nos dan este año. Estoy en cuarto científico, porque me apasiona la Biología, concretamente, la Paleontología. Por eso decidí irme por esta rama. Pero tengo un pequeño problema: Nunca se me han dado bien las matemáticas, fundamentales este curso.
Este ahora mismo, es el menor de mis problemas. Tengo varios problemas personales que no puede contar por aquí.  Pero si a esos problemas que ya bastante impacto causan, les añades el instituto, la presión y otras muchas cosas, te sale como resultado mi estado de ánimo.

Creo que nunca antes había estado en una situación semejante, y, la verdad, no sé cómo he de actuar. No sé qué es lo mejor. Quiero lo mejor para todos, intentar ayudar, hacer algo. Luego veo que no hay nada o no se me ocurre nada más que intentar y me frustro. O que hay cosas que escapan a todo control humano.
Me parece muy injusto que gente que me rodea y a la que quiero tenga que pasar por todo lo que pasa, y que aún así, sigan luchando con toda su fuerza. Creo que son admirables, y me gustaría tener también su fuerza.

Sé que tal vez sea muy infantil por mi parte, pero, aún me pregunto, ¿Por qué ellos? ¿Por qué tiene que pasar todo esto? Imagino que me gustaría tener un mundo de color rosa y poder expulsar todos mis demonios, pero ¿A quién no le gustaría tener eso? Lo peor de todo es que, te paras a pensar, en todo aquello que te sucede, en analizar lo que te rodea y sientes que te ahogas, y que una piedra sube a tu garganta, impidiéndote hablar, impidiéndote respirar.
Creo que es una de las peores sensaciones que hay, esas ganas de gritar, llorar y patalear y tener que retenerlas, guardártelas todas hacia dentro. Todos esos problemas, guardártelos hacia dentro, y callar, mantenerte callado.
En mi caso, te mantienes callado para no hacer daño a aquellos que más quieres, para intentar no empeorar aún más la situación. Así que, sólo queda guardar silencio.


Bueno, eso ha sido todo, muchas gracias aquellos que me lean, esto sólo ha sido un pequeño desahogo, que de vez en cuando se necesita, lamento si está desordenado o no tiene sentido pero es así, tan solo surge de mi cabeza y lo voy escribiendo.

martes, 4 de noviembre de 2014

El silencio

En ocasiones, no hay palabras suficientes para describir algo. Ni siquiera, el mejor poeta, el más célebre escritor. Todos se quedan en silencio. Pero, ¿Qué es el silencio? El silencio es una palabra no pronunciada, una frase no dicha, un grito callado.

Y es que algo que te acompaña siempre, ese algo que puedes encontrar siempre que lo necesites es el silencio. En silencio, puedes gritar, desahogarte todo lo que quieras, porque cada uno es propietario de su silencio. Todos podemos quedarnos en silencio, callar nuestras voces, pero, en realidad, ¿Dentro de ese silencio hay silencio?

Creo que ni en el silencio más silencioso, hay un completo silencio. Si pudiéramos escuchar el silencio de cada persona, quedaríamos realmente sin palabras, al descubrir que dentro de cada silencio, dentro de cada persona, de cada mente, hay voces no escuchadas, siempre silenciadas, gritando, en silencio.

Todo el mundo guarda voces en su silencio, aunque sean voces apagadas. Por tanto, cuando alguien pide que calles, o que guardes silencio, en realidad, o que hacen es que ese silencio se haga más grande, y en el interior más pequeño.

En resumen, creo que existen dos clases de silencios, el externo y el interno. El externo es perfectamente visible pero el interno no. Ese silencio es algo íntimo, profundo y más difícil de comprender, que es diferente en cada persona. Ambos silencios, libran una batalla, para imponerse el uno sobre otro.

Cuando el silencio externo aumenta, el interno disminuye, ya que toda la voz callada, rebota contra él. Cuando es el silencio interno el que aumenta, el externo disminuye, porque todas esas voces, palabras, frases son liberadas.

Todo el mundo es poseedor de su propio silencio, cada persona, elige qué silencio es mayor, cuánto quiere guardar para sí, y cuánto quiere decir al exterior. Creo que ese silencio que habita en el interior de cada uno de nosotros, es lo más íntimo que tenemos. Son nuestros propios pensamientos, es aquello que nunca puede ser invadido por nadie.


lunes, 3 de noviembre de 2014

Los celos

Los celos son algo natural. Todas las especies animales sienten celos, en mayor o menor medida. El ser humano, ha llevado los celos hasta el extremo. Debido a su racionalización, su inteligencia, su consciencia en todo aquello presente en el medio que nos rodea, o cada uno lo quiera ver, ha ido dando importancia a este sentimiento. Todo el mundo ha sentido celos alguna vez. Por el motivo que sea y en la persona que sea: Por tu hermano, un amigo/a, familiar, pareja, etc.

Siempre ha existido un debate acerca de si los celos son buenos o no. Cada uno tiene su opinión al respecto, como en todo, todo el mundo defiende su idea al respecto. Para mí, nada en extremo es bueno,

Respecto a los celos, he de decir que quien diga que nunca ha sentido celos, miente. Aunque sea por pequeñeces, como que alguien ha logrado algo que tú no, o una razón similar. Sin embargo, creo que hay unos celos que resultan peligrosos en particular, y que en la actualidad son los más destacados y a los que más importancia se les da: Los celos de pareja.

No hay un sentimiento más constructivo y destructivo que el amor. Es donde más conflictos hay siempre. Lo único que diré al respecto, es que mucha gente tiene que despertar y espabilarse. ''Tiene celos porque me quiere''. Eso no es una excusa. Creo que la base del amor y de una relación es la confianza. Cuando alguien intenta controlarte bajo el pretexto de que es celoso/a, esa base se rompe. La confianza ha desparecido. Si la confianza se rompe, el amor también se rompe y, posteriormente, desaparece.

Si hay confianza, no creo que haya lugar para los celos. Si hay confianza y conocimiento de cada persona, creo que cada uno ya sabe como es esa persona. Los celos, no tienen lugar dentro de la confianza.

Nada en extremo es bueno, al fin y al cabo. Cada extremo intenta exterminar siempre al otro.

lunes, 20 de octubre de 2014

La mejor canción de todos los tiempos

Todo el mundo tiene sus gustos y sus aficiones. En la música, cada uno busca géneros que encajen con sus gustos.
La música tiene diferentes géneros, al igual que cada persona tiene su propio carácter. Dependiendo del carácter de cada uno, sus gustos cambian, al igual que sus gustos musicales. Ambas cosas varían a lo largo del tiempo.
Siempre he pensado en la música como algo vivo, con su propia personalidad, tan cambiante como nosotros mismos.
Dependiendo del estado de ánimo en el que te encuentres en ese momento, el tipo de música que escuches será diferente al que sueles escuchar habitualmente. Las canciones cambian a nuestro placer, y adoptan la forma que nosotros queramos darle.
Creo que puede haber una preferencia hacia un género u otro, y esto es sólo mi opinión, pero no creo que exista una canción favorita o la mejor canción de todos los tiempos, ya que estos favoritismos cambian conforme se desarrolla la personalidad de cada uno. A mí, por ejemplo, me resulta completamente imposible elegir una sola canción.
Por tanto, creo que toda la música es la mejor de todos los tiempos, porque los tiempos cambian, y con ello, las canciones se van renovando constantemente. Puede que la mejor canción sea la que aún no se haya compuesto, al igual que hubo canciones hace unos años que fueron las mejores de su época, y actualmente existe una canción que es la mejor de esta época, de aquí a un tiempo, esa canción será la mejor canción de todo su tiempo.
En resumen, no creo que exista una mejor canción de todos los tiempos. Creo que puede existir un conjunto de canciones que sean las mejores de su tiempo.

domingo, 19 de octubre de 2014

El color más bonito

Hay una infinidad de colores, pero, para mí, el color más bonito es la mezcla de todos ellos. El negro es un color atrayente, que capta inmediatamente la atención.
Mezclando todos los colores existentes, siempre obtendrás negro. Para mí, el negro refleja sentimientos. Esos sentimientos que todo el mundo mezcla y guarda para sí mismo.
Si tuviera que ver el negro como un objeto, lo vería como un cofre. A todos los colores se les atribuye un sentimiento o una cualidad concretos. Puesto que el negro es la mezcla de todos los colores, y si fuera un cofre, encerraría todos esos sentimientos y cualidades, esos colores, y saldría de nuevo el negro.
Así que creo que el negro, es el color más bello, por todo lo que esconde en su interior.


Una pequeña reflexión mía. Espero que os haya gustado.