Seguidores

Entradas populares

domingo, 5 de enero de 2014

Un amor entre dos ángeles




El guardián, era el que vigilaba la entrada y la salida de ángeles al Cielo. Cuando llegué, atravesamos esa entrada.
Fui a dirigirme hacia allí cuando oí la voz de Bernardo detrás de mí:
-Y Clara… Recuerda que estoy orgulloso de ti.
Le abracé. Bernardo era todo para mí en aquella vida de ángeles. Mi padre no murió aquel día como yo, así que él todavía estaba en la Tierra hasta que le llegase la hora. Allí en el Cielo, todos son muy buenos, pero tampoco es que se abran mucho a la gente, la verdad. Sólo Bernardo ha estado a mi lado todo este tiempo.
Me dirigí hacia el guardián, quien me saludó con un gesto de cabeza. Observé el portal, que era como un agujero en el suelo. Se veía a través de él. Veía que era de noche. Los altos edificios, eran bastante altos pero nunca serán lo bastante altos para llegar al Cielo. Todas las luces estaban encendidas. Los coches pasaban rápido y se veían pequeñísimos comparados con los edificios. Un chico cerca de mí comentó que era invierno. De pronto, sentí una punzada de añoranza. Por todo lo que perdí aquel día. Cuando pensaba en la Tierra, la recordaba como si aún fuese una niña. Recuerdo la ilusión cuando llegaba el invierno y nevaba. Las ganas de salir a la nieve. Mi constante insistencia para que mi padre me llevase al parque para hacer un muñeco. La Navidad. Los regalos, el árbol, el Belén…. Todo. Se me subió un nudo a la garganta.
-Es la hora –Anunció el guardián con su voz grave y sonora.
Inspire hondo. Había perdido mucho pero, también había ganado. Y ahora tenía que pensar en que, en ese mundo mágico que son los ángeles, me estaba convirtiendo en adulta esa noche. Tenía que ahuyentar demonios para que no atacasen a humanos.
Di un paso, y me dejé caer

No hay comentarios:

Publicar un comentario