Como este relato es bastante largo y creo que voy a tardar bastante en escribirlo, os doy un pequeño adelanto de la introducción entera y el primer párrafo:
Este relato, trata de un
amor prohibido entre dos ángeles. Un ángel de luz y uno de oscuridad. Los
ángeles de luz, viven en el Cielo y su misión es acabar y ahuyentar con los
demonios que hay en la Tierra. Para impedirlo, existen los ángeles oscuros. Ellos,
tratan por todos los medios de que los ángeles de luz se pasen al lado oscuro.
Estos ángeles, viven en el Infierno y son todo lo contrario a los ángeles de
luz. Los ángeles de luz están ataviados de una túnica blanca en las ángeles y
una camisa y pantalones blancos en los ángeles varones. También tienen alas
blancas, con un leve resplandor blanquecino. Los ángeles oscuros en cambio,
llevan pantalones y camisas negras y vestidos negros. Sus alas son más grandes
que las de los ángeles de luz y sus plumas son completamente negras. Su
actividad es más nocturna, puesto que les gustan las sombras. En cambio,
también pueden salir durante el día, lo que los diferencia de los demonios, que
la luz del sol les quema.
Ahora que ya sabemos un poco de la historia,
podemos comenzar:
Tenía seis años cuando morí
en un accidente de tráfico en el que íbamos mi padre y yo. Mi padre resultó
ileso pero yo no. Yo me morí. Recuerdo que era raro. Lo veía todo como si aún
estuviera ahí. Vi a mi padre salir corriendo del coche y entrar a la
parte trasera donde estaba yo. Lo vi cogerme en brazos llevarme al arcén de la
carretera, arrodillarse y gritar al cielo, llorando. Recuerdo que fui con él y
que intenté cogerle la mano pero que no pude ya que lo atravesaba. Recuerdo
haber visto mi cuerpo con una herida sangrante en la cabeza. Intenté recordar cómo
me la había hecho pero no lo conseguía. Aún sigo sin recordarlo. Recuerdo a mi
padre hablando por teléfono llorando y suplicando que se dieran prisa a los
equipos de emergencia. Recuerdo que mi padre se tumbó encima de mi cuerpo
sollozando muy fuerte. Recuerdo que cuando llegaron los equipos de emergencia
estuvieron mucho rato masajeándome el pecho. Yo no entendía el porqué. Recuerdo
a los médicos, hablando con mi padre con un semblante triste en el rostro.
Recuerdo a un médico abrazando a mi padre, que seguía llorando. Recuerdo al
otro médico cubriendo mi cuerpo. Y entonces sucedió. Vi una luz muy intensa de
la que salió un hombre. Nunca había visto un hombre así. Pensé que era hermoso.
Iba de blanco y brillaba levemente. De su espalda nacían dos alas blancas. El
hombre me habló:
Lo dejo ahí. Espero que os haya gustado y como siempre los comentarios y críticas ayudan mucho.
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