Seguidores

Entradas populares

jueves, 24 de diciembre de 2015

A mi gruñoncete

Ayer no tuve ni fuerza ni ganas para escribir. Ayer te fuiste de nuestro lado, pero no de nuestros corazones.
 Juanmaría, nuestro amigo, compañero, gruñoncete de Forocamping, o, en mi caso, mi abuelo postizo.

Porque así te llamaba, y así te llamaré siempre, porque para mí eras mucho más que un amigo, para mí eras parte de mi familia. Nos conocíamos desde hace muchos años, siendo yo una niña, y desde el primer momento me hiciste reír y me arrancaste sonrisas con tu bondad y tu buen humor.

Porque aunque siempre intentabas aparentar ser un hombre gruñón y fuerte, oculto bajo una coraza, eras un trozo de pan, un hombre bonachón, y una de las mejores personas que  he conocido jamás. Porque a pesar de ser un pitufo gruñón, eras una de las personas más grandes.

Lo bien que nos lo pasábamos jugando con Dintxo, y lo bien recibida que era siempre en tu caravana, contigo y con la buena de Pepi, siempre con vuestras amables sonrisas en el rostro. Por esas cosquillas, juegos e historias que compartíamos, por esos abrazos, por todo, Juanmaría, ayer dejabas un vacío en mi corazón irreemplazable.

Nuestro gruñoncete, que luchó hasta el final, que toda su vida estuvo luchando. Ayer no te dijimos adiós, sino hasta pronto.

Siempre recordaré con muchísimo cariño, que siempre que nos veíamos, me decías:
''¿Tienes ya novio? Ya sabes que tengo que darle mi aprobación, si no, no vale.''
Y yo siempre me reía y te abrazaba, hasta que tú me hacías cosquillas.

Estés donde estés, cuida de tus hijos, y de Pepi y Dintxo, y sigue vigilando a Forocamping, para que no se desmadre demasiado.

Mi abuelo postizo gruñón, te quiero muchísimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario